Este contexto nos obliga a considerar, con más detenimiento si cabe, la popular ley de Pareto, que nos sugiere que para cada producto tenemos una serie de súper-clientes que será necesario identificar para orientar el esfuerzo comercial. Pero ¿a qué problemas nos enfrentamos a la hora de canalizar más eficientemente este esfuerzo?
En primer lugar, todos los laboratorios tienen identificados a estos super-clientes y promocionan sus productos con todo lo que tienen en su arsenal. En segundo lugar y en contra de lo que intuitivamente se pudiera pensar, no todos los médicos de alto potencial lo son para todas las áreas terapéuticas (el mito del pill pusher). Esto depende no sólo del tipo de producto, sino también del momento en el ciclo de vida del mismo. Finalmente y en tercer lugar, normalmente los delegados no hacen targeting de manera natural. Si analizamos el potencial de una serie de médicos que prescriben para un área terapéutica concreta, dividiéndolos en quintiles en función de su potencial, y lo comparamos con las visitas que han recibido esos mismos médicos, vemos que las visitas no se distribuyen de la misma manera que el potencial. (Gráfico 1)
Gráfico 1
Lo cierto es que cuando se intenta averiguar el porqué de esta situación, las redes de ventas esgrimen una serie de argumentos que casi siempre inciden en la constante disyuntiva de calidad de visita frente a cantidad de visitas. El targeting por centros de salud, los objetivos de actividad en visitas por día o la supuesta baja utilidad de target lists producidos en central son algunos de los argumentos.
A pesar de estos argumentos la visita de calidad es preferible, no sólo por el potencial del médico sino porque se emplee la acción oportuna con ese médico. La segmentación o identificación del potencial de los médicos es necesaria como paso previo para determinar los recursos en términos de número de visitas que se han de dedicar a cada médico. Estos factores han de ser clave para el dimensionamiento de la fuerza de ventas.
De esta manera entramos en el no menos complejo terreno de cómo asignar los recursos de la manera más eficiente. Si partimos de la hipótesis demostrada de que las visitas generan ventas, es necesario ver hasta qué momento una visita adicional puede producir ventas incrementales, puesto que cualquier médico tiene un nivel de saturación en cuanto al potencial de recetas que puede escribir. Se produce la Ley de Rendimientos Decrecientes. Este techo es lógica consecuencia del límite de consultas que puede realizar un médico o del número de pacientes que recibe como ejemplo más claro.
En el gráfico 2 observamos el tope de visitas por año para un producto maduro y para un producto en crecimiento. Obviamente, un producto establecido en el mercado, maduro y conocido por todos los MGs, no necesita más que un recordatorio.
Gráfico 2.Comparación de frecuencias máximas.
En este artículo proponemos tres niveles de targeting, que incrementan en complejidad. Estos niveles son:
-La investigación de mercados ad-hoc permite segmentar y hacer targeting basado en unas variables actitudinales y comportamentales, aunque la medición es discreta (una vez al principio del proceso).
-La utilización de información de paneles junto con la del ETMS/CRM también permite la obtención de segmentos sobre los que actuar. La información que se recoje no es específica para la segmentación, pero se gana en que hay mediciones continuas trimestrales, mensuales o incluso semanales.
Conocidos los segmentos, los siguientes pasos son recoger la información individual de cada médico requerida por la segmentación previa por medio de los delegados. Es el profiling. Esta tarea se ve facilitada si existen redes espejo, ya que distintos delegados indagan acerca del mismo médico. En una segunda fase se implementarían las acciones que mayor impacto tuvieran sobre los médicos de los distintos segmentos.
El proceso, descrito en estos párrafos de manera resumida, tiene mayor complejidad a la hora de su implementación, donde es necesario asegurar que los delegados, como pieza clave del proceso, “compren” la idea de la importancia de este proceso.
Siempre existe la necesidad por parte de los laboratorios de un mayor acercamiento al cliente.
1 comentario:
Quiero decir que este blog me parece muy profesional en cuanto a contenido de MKT se refiere, pero hay aspectos que rozan con la ética de un laboratorio farmacéutico y los voy a exponer desde mi humilde visión de visitadora médicos concienciada de la importancia de una promoción ajustada a los códigos éticos:
Me llama la atención en primer lugar esta frase “el criterio de retorno de la inversión en ventas y marketing prima sobre cualquier otro, a la hora de tomar las decisiones”.
Luego, especifica que últimamente se está encontrando restricciones al contenido de las acciones…. como si los Códigos Penales y el cohecho no hubiera estado nunca regulados hasta ahora… Y para rematar habla de Super-Clientes… No quiero entrar en interpretaciones subjetivas de por qué un médico es un super-cliente si las posibilidades de receta de todos los médicos dentro de una misma especialidad son las misma, y si no, el derecho a ser informados técnicamente de los fármacos es el mismo. Sé que me estoy metiendo en un terreno fangoso, pero si somos vendedores de medicamentos ¿por qué tenemos que figuran de cara a la galería como informadores técnicos sanitarios? ¿Por qué tienen unos médicos derecho a ser informados más y/o mejor si no hay intereses comerciales de base? ¿Es otra manera de vender transparencia…? Por otro lado, para considerar a un médico Super-Cliente hay que controlar sus prescripciones, y que yo sepa eso no es legal ni ético.
Sigue el tema .”En primer lugar, todos los laboratorios tienen identificados a estos super-clientes y promocionan sus productos con todo lo que tienen en su arsenal”. Me pregunto qué considera el autor que contiene el arsenal de herramientas de ventas de un visitador médico, y en concreto para venderle sus productos a un Super-Cliente. Yo puedo opinar en base a mis 10 años de experiencia las herramientas que he visto utilizar para inducir y mantener las recetas de los Super-Clientes… y las que los diferencias de otras acciones dirigidas a No-super-clientes no son éticas, salvo honrosas excepciones.
Otra curiosidad es cuando habla del número de visitas: “. Si partimos de la hipótesis demostrada de que las visitas generan ventas, es necesario ver hasta qué momento una visita adicional puede producir ventas incrementales, puesto que cualquier médico tiene un nivel de saturación en cuanto al potencial de recetas que puede escribir. Se produce la Ley de Rendimientos Decrecientes. Este techo es lógica consecuencia del límite de consultas que puede realizar un médico o del número de pacientes que recibe como ejemplo más claro”. No veo ninguna alusión a la normativa vigente, que permite un número reducido de visitas por laboratorio/médico/año; en España, 4 visitas/médico/laboratorio/año…, me parece una pérdida de tiempo divagar sobre si es mejor más visitas, porque la ley especifica claramente el número de visitas. Otro terreno fangoso: la contradicción entre el número de visitas que los laboratorios obligan a la red de ventas y el número de visitas que marca la ley…
Me gustaría conocer por qué desde los departamentos de MKT no se tienen en cuenta las normativas vigentes locales, ni en cuanto número de visitas ni en cuanto al supuesto cohecho.
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